Y volvimos al pasado, y recordamos lo vivido. Nostalgia, simplemente. Las ganas de vivir de nuevo lo ocurrido, pero no de la misma forma. Más duradero, más querido. Veintiuna veces moriría por una sonrisa. Te preguntarás el porqué de la situación, pero es ilógico y no tiene un cuándo, ni un dónde, ni un porqué. Es cierto, puede que todo haya acabado, y que lo hecho, hecho está, pero hay algo que me dice que sigues ahí, a pesar de todo. Que sigues pensando en esos momentos, y esas sonrisas escondidas, que sientes que quieres más, pero que nadie te lo puede dar. Estás en lo equivocado, te confundes, nada es lo que parece. Una vez más, lo obviamos, por el miedo a equivocarnos. Irremediablemente, las cosas cambian, y parece que esto no nos lleva a ninguna parte. Es jodido, quererte y no tenerte, pero más jodido es saber la verdad, y no poderla alcanzar. Los recuerdos me persiguen...