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No creo en los cuentos de hadas. No creo en los príncipes azules con caballos blancos, ni en princesas encerradas en altos torreones. No creo en el amor perfecto no en el felices para siempre. Las historias de reinos y dragones se quedan pequeñas cuando te dan el primer beso.
El beso. Todos soñamos con un beso que haga sentirnos únicos. Y que la mayoría de la s veces lo único que recibimos es una manzana envenenada. Las hadas madrinas hace tiempo que ya no visten de princesas a las criadas y los caballos hace tiempo que vendieron su armadura.
Y es que ya nadie sueña con vivir en castillos. Nadie tiene miedo a estar en el bosque junto a la luna llena. Nadie quiere buscar a su nada en tierras lejanas.
Quiero lujuria, dinero y un final perfecto. Es el nuevo cuento de hadas del siglo XXI. Y se que es lo que todos queremos, y asi que mejor dejemos de fingir y hagamos nuestro propio país de las maravillas.